Durante años la finca ha sido lugar de paso. Era habitual que las diligencias hicieran parada para refrescar los caballos y descansar los viajeros. Este sentimiento de acogida ha perdurado durante años hasta el día de hoy.
La Masia se ha mantenido durante siglos y a día de hoy, la familia aún seguimos viviendo en ella. Se trata de una construcción típica catalana que hemos ido manteniendo gracias a la figura del heredero. El hijo mayor hereda la finca y esta se ha ido transfiriendo, generación tras generación, con el mismo apellido (Giró).
Hasta el siglo XIX la producción agrícola de la finca era de cereales, olivos, frutales y viñedos. Entre los años 1887 a 1896 el bisabuelo del actual viticultor, Antonio Giró i Lloret, tuvo que hacer frente a la filoxera (plaga que vino de los viñedos de Francia), la cual arrasó todos los viñedos de sud de Europa y nuestra finca no fue una excepción.
Antonio Giró i Lloret no se dejó vencer y replantó todas las cepas malogradas para seguir elaborando vinos. Sólo por la filoxera (1887-1896) y por Guerra Civil Española (1936-1939) se interrumpió la elaboración de vinos.
Gabriel Giró i Baltà
Antonio Giró i Lloret, bisabuelo de Gabriel Giró i Baltà, donó en herencia la finca a Antonio Giró i Fou, padre del actual viticultor. Su inesperada muerte en Abril del 1971, sin testamento presagiaba el fin de la finca. La generosidad de las hermanas de Gabriel Giró i Baltà, y el apoyo de su mujer Montserrat Via i Roig, hizo posible que la finca siguiera en manos de la familia Giró.
Nuestro padre ha dedicado toda su vida al cuidado de los viñedos, los cuales han sido y son su gran pasión. Así ha sido durante decenios, y hasta el día de hoy, dedica sus esfuerzos en cultivar las mejores uvas para poder elaborar vinos de gran calidad. Nuestra madre Montserrat Via i Roig es desde hace más de 50 años su mejor apoyo.
Gabriel Giró i Via, Jr.
Padre de tres hijos. Ingeniero técnico agrícola y enólogo, como nuestro padre, director técnico de la bodega.
Desde siempre ha estado involucrado en todas las tareas de la finca y la bodega, fuera trabajando en los viñedos o en la elaboración de vinos, cuando los estudios lo permitían.
Marta Giró i Via.
Diplomada en ciencias empresariales, y licenciada en administración y dirección de empresas, y en publicidad y relaciones públicas. Después de trabajar durante más de 10 años en diferentes empresas y vivir en diferentes países, vuelve a la empresa familiar para responsabilizarse de la parte comercial.
En Giró del Gorner creemos en el binomio innovación y tradición. Tradición. Sólo aquellos que han trabajado durante años la tierra la conocen bien. De su experiencia nos alimentamos las nuevas generaciones. Son un tesoro que queremos que perdure en el tiempo. Innovación. Aprovechar los nuevos conocimientos para extraer la mejor expresión de la uva en forma de vino.
Si mirando fotografías antiguas de la finca vemos como ha cambiado la bodega. Como aquellas tinas de cemento han dado paso a depósitos de acero inoxidable con control de temperatura, donde había prensas de madera ahora hay la más moderna tecnología.
Pero si miramos más allá, si observamos el paisaje de la finca, los viñedos, estos han cambiado muy poco. Y eso es lo que perseguimos, que la naturaleza siga su camino, nosotros la acompañaremos y de su fruto conseguiremos unos vinos de gran calidad.